El bosque se extiende agonizante-
y lo circundan sombras como setos
El venado abandona temblando su escondrijo
mientras corre un arroyo con suavidad
y va siguiendo a helechos, viejos cantos
y reluce como la plata entre enredos de frondas
Pronto se le escucha en negros cráteres-
Tal vez brillen ya estrellas a lo lejos.
El campo en sombras brilla sin tener fin,
pueblos dispersos, pantanos y lagunas,
y hay algo que dirías un fuego.
Un fulgor frío atraviesa las calles.
Intuyes en el cielo un movimiento,
el migrar de una bandada de pájaros silvestres
hacia tierras hermosas y lejanas.
Sube y baja el movimiento de los juncos
Georg Trakl
Melancolía de la tarde